Cambio de planes y nerviosismo

Como era de esperar ya antes de salir he cambiado de planes. En lugar de coger un avión a Shiraz, me iré a Kashan, una ciudad de la cual aún se muy poco, salvo que es muy famosa por el agua de rosas. Y como amante del mazapán no puedo dejar de pensar en mazapán cuando oigo la palabra agua de rosas. Si no recuerdo mal, el agua de rosas también va muy bien para la piel y su olor me encanta.

Al día siguiente iré a Yazd donde ya he reservado un hotel del que todo el mundo me ha hablado muy bien. Se llama Silk Road Hotel y he tenido ya una correspondencia muy divertida (clases de persa incluidas) con la gente que lo lleva. Se ve que el hotel tiene un patio con unas hamacas donde la gente se reúne por las noches para charlar y tomar un té. Tengo mucha curiosidad por saber qué tipo de gente se encuentra por allí.

Por lo demás estoy bastante nerviosa y voy de bólido ya que antes de marcharme quiero verme aún con un montón de gente. He vuelto a casa hace poquito y dentro de media hora tendré que salir otra vez. Es curioso, tengo la sensación de dar una vuelta por el mundo y de ausentarme no sólo siete semanas sino siete años de Barcelona. En cambio, si viérais mi mini equipaje, pensaríais que no me marcharé mas de siete días.